dissabte, 12 de novembre del 2011
Críos...
No te das cuenta de lo que haces, no te das cuenta que es malo para ti y los que te rodean y lo peor es que no te dejas ayudar por nadie, eres cabezón como solo tú puedes serlo y me duele.
Los problemas que tengas no los puedes ahogar con eso, porque todos tenemos problemas y no hacemos lo que tu haces, mas que nada porque tendríamos dos problemas en vez del que teniamos antes...
En unos años te daras cuenta y sabrás porqué te lo digo... Es muy dificil dejarlo y yo aun no lo he conseguido, se que te va a pasar a ti, pero eres tan absurdo pensando que controlas...
Encima me mientes diciéndome que ya no lo haces, pero en cuanto te veo, lo haces. Y si no lo haces, te vuelves agresivo y te cabreas.
Te repito que no soy tu madre para decirte lo que tienes que hacer, tu veras lo que haces.
Dices que has madurado, pero no es así. Si hubieras madurado, te darias cuenta que lo que estás haciendo es de crios de 5 años, caprichosos y consentidos. Si no lo consigues, pataleas. Rabietas van, rabietas vienen, en definitiva: un niñato gilipollas. Ya no eres el que eras.
Pero quieres probar porque es novedad, te entiendo, yo también la probé, pero ya está, fin de la historia, solo probar.
Si tengo que dejar de hablarte y que perdamos la amistad, lo haré, con tal de que vuelvas a ser el de este verano.
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La inmadurez y la ignorancia, es tan dañina tanto para uno mismo como para tus más allegados. La vida consiste en aprender de tus errores, adquirir experiencia, comprender lo hasta entonces fué incomprendido y conocer lo que nunca tubistes la oportunidad de conocer, o de lo contrario, no supistes valorar. La inmadurez y la ignorancia te limitan; no reconoces, conciente incluso subsconcientemente los fallos que has cometido y probablemente tardas más en desplegar la venda de tus ojos. Lo que sucede, es que a veces, es demasiado tarde, algunos fallos causan un daño que jamás podrás reestablecer. Hay que asumir ante todo, las consecuencias de nuestros actos. Hay que aprender, antes de sumir la culpabilidad, tener remordimientos y reconocer los fallos cometidos, a RACIONAR correctamente para no cometerlos, y, por ende, brindarte la posibilidad y brindar a los demás, incluso, de rectificar antes de que sea demasiado tarde en el caso de cometerlos. Pero por desgracia, hay gente que no es nada inteligente, superficial, que no valora nada, ni su propia salud, que no pone interés en mejorar su persona y... al fin y al cabo, lo más importante y la mejor arma en esta vida, para todo, es aprender, adquirir experiencia, conocer, racionar, actuar y defender la verdad sobre todas las cosas: Evolucionar/Mejorar/Avanzar. Una suerte, que ese compañero tan descuidado de mente y de actitud, tubiera a su merced una amiga como tú, que le proporcionara un apoyo, consejo, experiencia y broncas cuando lo necesitara, y mala suerte que no supiera valorarlo y le fuera indiferente. He de decir, que la mala suerte y la buena suerte (teniendo en cuenta que el azar implica un poco de ambas o no, en general) lo labra uno mismo sin esfuerzo en un caso y con él, en el otro. Los grandes cambios (y ello no significa que no puedan ser por pequeñas cosas, por otro lado) requieren grandes sacrificios, grandes batallas interiores-exteriores y grandes pérdidas y ganancias (Ganar es perder y perder es ganar, siempre pierdes y ganas algo a su vez).
ResponEliminaHas entendido a la perfección lo que quería mostrar, y opinas lo mismo que yo, pero tu eres uno a los que me refiero en esta entrada...
ResponElimina